Cordillera de los Andes

Me embarqué en esta caminata a 3.074 metros sobre el nivel del mar, llegando a la Laguna de los Patos con mi hermano. En realidad debería llamarse la laguna del ganso de Piuquén, el ave andina tan presente en estas montañas. La altura se notó cuando iniciamos el ascenso desde las termas de Plomo; la falta de oxígeno te hace temblar más rápido, y puede darte un ligero dolor de cabeza. Aun así, nada es impedimento para poder apreciar la majestuosidad de la Cordillera de los Andes en su máximo esplendor, los amaneceres y atardeceres son únicos, y es increíble cómo varían los colores del lugar según la hora del día. La vista del cielo nocturno es otro de los regalos de este lugar. Tuve la suerte de ver algunos meteoros y también de poder fotografiar la Estación Espacial Internacional (ISS) en larga exposición, mientras estaba tumbado en la orilla de la laguna con mi saco de dormir.

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